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Juegos de Fuerza


     No olvidemos que la finalidad del juego es divertirse. Es una actividad de participación espontánea y procura en el niño el placer moral de triunfar. En el transcurrir del juego, se suele dar un estímulo afectivo ambivalente: existe la posibilidad de ganar y el riesgo de perder. Si logramos evitar la presión de la competencia, el interés se centra en la participación. Es necesario establecer las reglas del juego antes de comenzar, estas deberán ser libremente aceptadas, por ello deben ser flexibles y adaptables a las necesidades del grupo. Las reglas  definen su desarrollo.

     En los juegos infantiles donde la fuerza se demuestra de diferentes formas, se debe tomar en cuenta la edad de los participantes, el peso y el sexo. Algunos de los juegos se realizan en parejas de manera espontánea y dada el nivel de competencia se conforman los equipos elegidos y vigilados por un capitán.

     - Pulsear (“echar un pulso”, “pulseada” o “vencidas”). Codos sobre una mesa; se agarran fuertemente las manos y se intenta que la mano del adversario toque la mesa.

     - Pilar café. Dos niños agarrados por los brazos haciendo cadena y espalda con espalda, uno se agacha y el otro se queda con los pies en el aire. Vuelven los pies de este al suelo, se agacha y el otro queda con los pies en el aire.

     - Que se quema la teja: Dos niñas se dan la mano, juntan los pies y van dando vueltas rápidamente. Una dice: —Que se quema la teja. Otra responde: —Échale agua. Hasta cansarse. También puede decirse; —Sereni, serenao. Con pan y melao.

     - Moler café: Dos niños se toman de las manos y van dando vueltas con un movimiento de rotación sobre sí mismos cada uno por sí, sin soltarse de las manos.

     - Lucha de tracción: Se coloca una línea en el suelo, se debe arrastrar al rival sobre la línea.

     - El juego del Burro: Uno tenía que hacer de “burro”, que normalmente se echaba a suertes, colocándose en posición doblando el tronco. Los demás jugadores tenían que saltar por encima de él apoyando sus manos en la espalda del “burro”. En cada turno se iban añadiendo nuevas dificultades, como era la de que el burro se iba alejando cada vez más de los jugadores, quien no lo consiguiera, debe colocarse entonces en posición de “burro.”

     - La carretilla: Se corren por parejas. Uno hace de carretilla andando con las manos y el otro es quien lleva la carretilla, sujetando al otro jugador por los dos pies.

     - Las cebollas: Sentados una fila de niños se agarran fuertemente unos de otros. Otro niño, situado de pie delante de la fila, los va agarrando y separando del grupo con toda su fuerza.

     Los juegos deben promover la incorporación de todos. Pensando en obtener mejores resultados para ganar, se tiende a la eliminación de los menos "aptos". La eliminación se acompaña del rechazo y la desvalorización; el juego tiene que buscar incluir y evitar la confrontación.

Autor: Antolina Martell

Miembro fundador del Centro UNESCO del Estado Sucre

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