Embocar la
perinola no es muy difícil cuestión si practicamos un poco disfrutamos un
montón.
Poema juegos
tradicionales de Héctor Méndez
El objetivo del juego es incrustar el mango o manezuela en el
hueco de la bola.
En Venezuela le decimos: boliche o perinola, como en muchos otros
pueblos del mundo, forma parte de los
juguetes tradicionales. Desarrolla habilidades en el niño, y aunque ya se
fabrican a gran escala en materiales plásticos, siempre veremos en los pueblos
los fabricados por artesanos utilizando las maderas propias de la región. Este
juguete consta de dos elementos atados a un cordel:
Una bola
redondeada o acampanada, de perfecta simetría con
un cilindro hueco en su interior, por donde pasa el pabilo o guaral para salir
a través de un hueco de pequeño diámetro en la parte superior de la bola.
El guaral, flexible, de
unos 40 cm. Al final después de los amarres, quedará de unos 30 cm,
aproximadamente.
La manezuela o
mango que debe guardar relación armónica con la bola, y de tener unos
20 cm de largo: a los 15 cm debe tener una muesca, para agarrar con firmeza el
guaral, los otros 5 cm del mango deberá ajustarse al diámetro del hueco del
boliche. Debe ser más delgado y de punta redondeada.
Una
manera para iniciar a los niños, es hacerlos
de vasos desechados, y en vez de algún elemento alargado, se le coloca una bola
sonajero.
Para los mayorcitos es divertido elaborarlos
en compañía de un adulto, como lo hacíamos en Cumanacoa siempre era en
noviembre, días de Santos y Muertos. Ya verán por qué.
Los niños agregamos lo lúdico a esta costumbre familiar.
Los menores de la familia elaboraban una gran bola con la esperma de las velas
recogida de las lápidas. Al otro día, en casa, con ayuda de un adulto derretíamos
la bola dentro de una olla o “pana” de mango largo, en “baño de maría”. Cuando
la esperma está líquida, se le agrega polvo de añil, para darle color azul u
onoto para los rojos. Luego, se vierte
en un embase cilíndrico (lata-latón), al enfriarse, con un cuchillo retiras del
centro suficiente esperma hasta dejar un vacío, parecido al boliche de madera,
luego lo despegas del envase. Buscas un palito
cilíndrico. Al final, nos queda un boliche compacto y frágil. ¡Pero qué importa!
Volvemos a derretir la esperma y rehacerlos forma parte del juego, con ello
comprendemos el concepto y la importancia de reciclar.
El escultor Jorge Peña, nos aclara:
-El mango, al impulsarlo de
manera reiterada estás jugando "martillito”. Otra forma es cuando con el
balanceo de la cabeza de la perinola se hace una parábola y ella cae sobre el
mango, esto se conoce como el "emboque". Existen diferentes tipos de
embocada que se conocen con el nombre de: simple, doble, vertical, y el que se
toma la bola en la mano y lo que se ensarta es el mango, a ese le decíamos
“palito”.
Colaborador: JORGE PEÑA
Autora:
Antolina Martell
Miembro Fundador del Centro
UNESCO
Amigos de la Herencia
Cultural del Estado Sucre